El inicio del ciclo vegetativo del viñedo empieza cada final de marzo, inicio de abril. La planta, en este caso, la cepa, despierta de su largo reposo hibernal y empieza a brotar.
Primero lo hace tímidamente, mostrándonos sus brotes, pequeños y tiernos. Pero rápidamente, las temperaturas cada vez más cálidas y la lluvia abundante, hacen que el crecimiento vegetativo se acelere.
Este año, los brotes han aparecido unos 10 días antes de la mediana de los últimos años. Imagen de la evolución de las variedades autóctonas Macabeo, Garnacha y Xarel·lo, durante el mes de Mayo.
En el Penedés, y en casi toda Cataluña, ha sido uno de los abriles más lluviosos de los últimos 100 años. Las 4 estaciones meteorológicas que observamos en casa, así nos lo indican también:
- En la Bisbal del Penedés, donde tenemos la Finca La Torreta, la lluvia de abril fue de 128 l/m2. Aquí cultivamos la mayoría de variedades tintas para nuestros Microcuvées. Como Dominio Cusiné.
- En La Llacuna, donde tenemos la Finca Les Valls-Les Torres, la lluvia acumulada fue de 175l/m2. Aquí nacen las uvas para el vino blanco Cosmic.
- En Sant Martí Sarroca, donde tenemos la Finca Els Pujols, la lluvia fue de 136 l/m2
- En Font-Rubí, donde encontramos Cal Miret, en abril cayeron 148 l/m2. Esta finca, la más antigua de la familia, es donde nace Hisenda Miret, un garnacha 100% de cepas viejas.
Durante el ciclo vegetativo del año 2016, uno de los últimos años más secos, la lluvia acumulada durante el periodo Abril-Septiembre fue de 203 l/m2 en la Bisbal del Penedés, 246 en La Llacuna, 188 en Sant Martí y 216 en Font-Rubí. En este 2020, sólo en un mes y medio, casi ya alcanzamos la misma cantidad.
La lluvia en el viñedo es esencial para el buen equilibrio de la cepa. En Parés Baltà no regamos nuestros viñedos, por tanto, la planta debe coger reservas de agua para los, cada vez más, calurosos veranos mediterráneos. Sólo con una cantidad de lluvia equilibrada, las cepas pueden llegar a la vendimia, durante el mes de agosto y septiembre, ofreciendo un fruto sano y equilibrado.
Pero cuando la primavera es demasiado lluviosa, el beneficio se puede tornar en desventaja. Un exceso de agua puede suponer enfermedades como el mildiu, atraído por la humedad de la planta. El mildiu es un hongo que daña el fruto de la cepa, reduciendo drásticamente su producción.
Es en estos momentos de riesgo, donde el viticultor debe intervenir para prevenir. Por eso, en Parés Baltà, después de estas lluvias abundantes, empezamos a aplicar el Preparado Biodinámico de Cola de Caballo y el de Ortiga, dos grandes anti fúngicos que nos ayudaran a combatir el mildiu.
Además, para calmar la cepa de los golpes recibidos por el granizo del sábado pasado en la Finca Els Pujols, utilizaremos el Preparado Biodinámico 501, el de Árnica y el de Valeriana. El PB501 ayudara a cicatrizar las heridas, y la Árnica y la Valeriana nos ayudaran a calmar la planta.