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Enología de Mínima Intervención

La filosofía de respeto por lo natural y de alejarnos de lo artificial ha sido una constante en la manera de pensar y actuar de las 3 generaciones de la familia Cusiné.

Filosofía familiar

Creemos que una copa de vino sólo debe contener mosto de uva fermentado capaz de transmitir emociones. Para conseguirlo, debemos tratar el viñedo como a un ser vivo.
Sólo de esta manera podremos elaborar en bodega un vino con vitalidad, vivo y expresivo.

De aquí que siempre hayamos optado por el trabajo biodinámico y ecológico en el viñedo, y por trabajar con mínima intervención en bodega.
Para ello, debemos trabajar con uva de la mejor calidad posible, respetando la fruta y su carácter durante la vinificación.

Partiendo de la premisa que trabajamos con uva sana, equilibrada y de rendimiento bajo, una de las decisiones más cruciales es determinar la fecha de vendimia de cada parcela.

Es por ello que, antes y durante la vendimia, hacemos exhaustivos y precisos controles de maduración, analizando los parámetros tradicionales de la maduración alcohólica, como el azúcar y la acidez. También controlamos la maduración fenólica haciendo degustaciones organolépticas de los racimos para ver la madurez de las pieles, semillas y pulpa de la uva.

Mínima intervención

En Parés Baltà, tanto en el viñedo como en la bodega seguimos la filosofía de mínima intervención ya que creemos que cuanto menos se intervenga o manipule el fruto que nos da la naturaleza, más autenticidad obtendremos de ellos y por consiguiente, de nuestros vinos.
Nuestro objetivo es dar el protagonismo del vino al viñedo y a sus variedades, mucho más allá de los diferentes procesos enológicos que podemos aplicar en bodega.


En bodega trabajamos:

• Mínimo uso de sulfitos añadidos, por debajo de la normativa más exigente de vinos ecológicos. Los sulfitos son antioxidantes y antimicrobianos, y las levaduras metabolizan una pequeña cantidad que no supera los 10 mg/l máximo.
• No usamos ningún tipo de aditivo químico para estabilizar o mantener el vino.
• Estabilización del vino por frio.
• Mínima clarificación y siempre con productos de origen vegetal.
• Mínimo filtrado y sólo cuando es necesario.
• Uso de recipientes que no alteran ni esconden las características del vino, como ánforas de cerámica, damajuanas de cristal, depósitos de inox.

Nuestro objetivo es elaborar vinos y cavas de la máxima calidad y fieles a su terruño, para ello optamos por la mínima intervención tanto en el viñedo como en bodega.

Vinos naturales de Parés Baltà

Un vino natural es un vino elaborado con la mínima intervención (humana, química y tecnológica) tanto en el cultivo de la uva como en la vinificación. En un sentido estricto, los vinos naturales son aquellos que se producen espontáneamente, sin añadir o quitar nada durante la elaboración.

Nuestro primer vino natural lo elaboramos en 2012 inspiradas por el hallazgo de unos restos iberos en nuestra Finca Les Valls. El primer vino natural sin sulfitos añadidos que elaboraron Maria Elena y Marta fue el vino Amphora Roja, un 100% xarel·lo que elaboramos en ánforas de arcilla que obtuvimos de nuestros propios viñedos.

Una historia milenaria

En el año 2008, dentro de nuestra finca Les Valls descubrimos un yacimiento ibero de hace 2.500 años, y en 2012 encontramos otro de 2.000 años de antigüedad. En éstos, encontramos alcantarillados y hornos de la época que se utilizaban para crear recipientes de cerámica para transportar alimentos y bebidas a través del mar mediterráneo.

Un guiño al pasado

Estos descubrimientos, de gran valor histórico, inspiraron a nuestras enólogas Marta y María Elena para elaborar nuestro primer vino natural fermentado en ánforas. Un ceramista de la zona nos fabricó las primeras ánforas con arcilla extraída de nuestra propia finca Les Valls, la misma que ya usaban los íberos para crear sus recipientes de cerámica y con ellos elaboramos nuestro primer vino natural, Amphora Roja.

Vinos veganos de Parés Baltà

Un vino vegano es aquel que sólo ha estado en contacto con productos de origen vegetal o mineral en su proceso de elaboración.

El vino es mosto de uva fermentado por la acción de sus propias levaduras, pero en todo su proceso de transformación, forma sedimentos naturales; que son inocuos para la salud y no alteran las características aromáticas ni gustativas del vino.

Para conseguir un vino sin sedimentos de ningún tipo, y sólo cuando es necesario, utilizamos productos enológicos de origen vegetal o mineral, nunca animal, que absorben las moléculas causantes de estos sedimentos.

Todos los vinos y cavas de Parés Baltà son aptos para veganos.

Vino y cava ecológico de Parés Baltà

Los cavas de Parés Baltà aúnan tradición y modernidad.
Son los primeros vinos que se elaboraron en la bodega familiar y en ellos encontramos equilibrio, calidad y un marcado carácter mediterráneo.

Todos nuestros vinos espumosos son ecológicos, certificados por el organismo CCPAE, y se elaboran con uvas cultivadas de forma biodinámica.
Vinificamos nuestro vino espumoso según el método tradicional o champanoise, realizando una segunda fermentación en botella.

La transformación más importante que sufre el mosto en su proceso de convertirse en vino es la fermentación. Se trata de un proceso originado por una levadura existente en la uva, que transforma el azúcar presente en el mosto en diversos compuestos, entre ellos, el alcohol.

Una vez finalizada la primera fermentación en depósitos de acero inoxidable, se procede a la separación del vino de las materias sólidas depositas en el fondo de las cubas de fermentación, y a la precipitación natural por temperatura baja con el objetivo de eliminar las últimas partículas en suspensión y dejar el vino limpio.

Existen diversos tipos de vinos espumosos, pero sólo los de más alta calidad contienen las burbujas procedentes de una segunda fermentación en la misma botella. El proceso posterior de crianza en botella que les caracteriza, permite que adquieran sus características organolépticas
y que ganen complejidad con el paso del tiempo.

En Parés Baltà, elaboramos un gran abanico de cavas de larga crianza, algunos de ellos pueden llegar a permanecer en bodega hasta 100 meses, son los Cavas MicrocuvéeBlanca CusinéRosa Cusiné y Cuvée de Carol.

Mujeres enólogas

Maria Elena Jiménez y Marta Casas han sido, durante más de 20 años, las enólogas de Parés Baltà, a la vez que cuñadas. Su trabajo se ha reflejado siempre en los vinos que han elaborado juntas: los vinos estan llenos de carácter y concentración así como también desprenden elegancia y equilibrio.

Durante más de 20 años han compartido las tareas enológicas aportando talento e innovación a la bodega. Juntas revolucionaron la manera de elaborar vinos en Parés Baltà, otorgando a cada vino su propia personalidad y transmitiendo el carácter de cada variedad, de la cepa a la copa.
Su curiosidad innata y sus ganas de aprender y experimentar hicieron que recuperaran variedades y métodos de vinificación que prácticamente se habían olvidado, consiguiendo así elaborar vinos únicos.

Mª Elena Jiménez

Enóloga e Ingeniera Química

«La vida da giros inesperados.»

Nacida en Terrassa en 1973, me licencié como ingeniera química en el Instituto Químico de Sarrià (Universidad de Barcelona) y trabajé como consultora durante algunos años. Fue durante esa época, cuando Joan, mi pareja y ahora marido, me adentró en el mundo mágico del vino.

Fue un amor a primera vista que provocó un cambio en mi carrera profesional y me llevó a iniciar los estudios de enología.

Una vez obtenida mi segunda licenciatura, esta vez en la facultad de enología de la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona), decidí ampliar mis conocimientos viajando por algunas de las regiones vinícolas más famosas del mundo: Burdeos, Australia, Borgoña, Côte du Rhône y Napa.

Cuando volví, me incorporé a la bodega familiar trabajando como enóloga y aportando ideas nuevas sobre el cultivo de la viña y la elaboración de vinos.

Marta Casas

Enóloga, Sommelier y Farmacéutica

«El mundo del vino corría por mis venas

Nací en Vilanova y la Geltrú el lluvioso mes de diciembre de 1976. Pasé mi infancia acompañada de mis abuelos y bisabuela, que tenían una viña pequeña. No me cansaba nunca de pasearme por ella en bicicleta. También teníamos una pequeña bodega en el sótano de su casa con una prensa, algunas barricas de 800L y dos depósitos de cemento… Que rápidamente se convirtió en el lugar perfecto para jugar.

Estudié farmacia en la Universidad de Barcelona. Durante la carrera, conocí a Josep, quien, años más tarde, se convirtió en mi marido. Fue en aquella época cuando se me despertó la pasión por el vino, de la mano de Josep, que me introdujo a las catas y me llevó a conocer las regiones vinícolas del mundo. Estaba tan interesada en la vendimia y el proceso de elaboración del vino que decidí participar en las tareas de la bodega para aprender.

Nada más terminar los estudios de farmacia, inicié la carrera de enología en la Universidad de Tarragona, combinando mi trabajo de farmacéutica con los estudios.

Cuando me licencié, me casé. El viaje de bodas nos llevó a recorrer regiones vinícolas de Francia, Chile y California… Y seguimos viajando cuando el tiempo nos lo permite: “somos amantes del vino y queremos aprender cada vez más sobre este mundo”.