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Vendimia 2023; la más corta y seca de la historia

El ciclo de la vid empieza en octubre -con su parada vegetativa y período de letargo- y termina en septiembre del año siguiente – una vez terminada la vendimia.

Pongámonos en situación: veníamos de los últimos 2 años más cálidos y secos que recordábamos (2021-2022), además las cepas ya venían sufriendo un estrés hídrico acumulado de los años 2015 a 2017, que también fueron muy secos.

Y llegó el Otoño de 2022, el más cálido de todos los registrados hasta entonces, más incluso que los también muy cálidos de los años 2014, 2011 y 2006. Además también fue el otoño más seco en el Penedès desde que hay registros, con una media de unos 40 litros en todo el otoño.

En el invierno 2022-2023 sufrimos récords de temperatura elevada para la época del año: la segunda quincena de diciembre alcanzamos temperaturas máximas de 21,5 grados; sin embargo en enero y febrero tuvimos olas de frío persistentes e intensas que contrarrestaron la elevada temperatura de diciembre en el balance estacional. Entre los días 26 y 28 de febrero, temperatura muy baja con una cota de nieve que bajó hasta los 600 metros, que tiñó de blanco nuestras viñas de la Finca Les Torres-Les Valls, en Pontons.

La primavera también dejó récords de temperatura; siendo la primavera más cálida en las series centenarias alcanzando los 25 grados el 10 de marzo. Y seguíamos con un déficit pluviométrico generalizado, llegando a 60 días seguidos sin nada de lluvia. Un panorama cada vez más dramático.

Siguiendo la tendencia, el verano fue de los más cálidos de los últimos 75 años, por detrás de los excepcionales 2022 y 2003. Pico de calor el 18 julio y ola de calor de 5 días consecutivos, algo insólito, del 20 al 25 de agosto con temperaturas de 37 a 39 grados. En Vilafranca del Penedès fue el 2º verano más seco desde que se tienen registros, con datos inferiores a 40 mm.

Cerramos el ciclo con la llegada del otoño 2023, seco y excepcionalmente cálido con valores de anomalía de +1,5 °C y +3 °C. 

Durante este ciclo de 12 meses tuvimos solo 60 días de lluvia, de los cuales únicamente 10 superaron los 10 litros por metro cuadrado. En todas nuestras fincas el promedio de lluvia no llegó a los 200 litros por metro cuadrado. La mitad de lo que era normal tiempo atrás.

Climatología durante la vendimia 2023

Comenzamos la vendimia el 9 de agosto y la terminamos el 19 de septiembre: nunca antes había sido tan corta, y con los datos más bajos de pluviometría de la historia con solo 60 litros/m2 desde que se inició el ciclo vegetativo de la planta . Nunca antes habíamos estado por debajo de los 115 l/m2. 

Con estos datos de sequía extrema, sumado a días intensos de calor constante, derivó en una maduración de la uva tinta insólita, madurando antes que algunas variedades blancas más primerizas. La Syrah, Cabernets y Garnachas que habitualmente a 15 de agosto terminaban el envero, a inicios de agosto estaban maduros con un buen equilibrio azúcar-acidez, y perfectos en maduración fenólica (piel y semillas), a punto para ser vendimiados entre los 12,5 y 13,5%.

Este es un hecho histórico que nos hace pensar que el estrés hídrico severo que esta sufriendo la planta paró el metabolismo vegetal pero la piel maduró de forma muy rápida por el efecto radiación solar y sequía, haciendo que las pieles quedaran bien maduras. Incluso alguna variedad blanca acabó con la piel bien morena. Fue muy significativo que la uva Xarel·lo quedó absolutamente parada y fue difícil encontrar parcelas de uva con un grado alcohólico de 12%. Únicamente las más viejas y de baja producción fueron las piedras preciosas de la vendimia 2023.

La sequía hizo mermar la producción en dos sentidos: la planta dio fruto escaso y pequeño y los jabalíes y corzos, afamados y sedientos por la falta de lluvia, atacaron y devoraron buena parte del fruto ya maduro que con mucho esfuerzo nos había dado la planta.

La variedad foránea más resistente a este clima cada vez más normalizado en nuestra región es la Syrah, con resultados productivos bastante buenos. También estamos observando que las nuevas plantaciones de Forcada y Moneu (aceptadas por la DO Penedès en el año 2019) están respondiendo muy bien a las altas temperaturas y la escasez de agua. Sumoll, Malvasia de Sitges y Cariñena Blanca también están en la misma línea, resistiendo. Veremos cómo aguantan la falta de lluvia.

La nota triste es ver, en pleno mes de diciembre, cepas con 20 cm de brote y sin uva, lo que nos hace augurar la muerte prematura de la cepa durante la próxima brotación en la primavera 2024.

Os mantendremos informados.