El suelo en el que viven nuestros viñedos es quizás el factor más importante a la hora de elaborar un vino. El suelo es el hábitat y fuente de nutrición de las cepas: la calidad de la uva, y posteriormente del vino, está condicionada por él, ya que éste determinará no sólo su calidad, sino también su aroma y viveza innata.
Por eso, el cuidado del suelo es de suma importancia para cualquier tipo de cultivo.
Además del uso de las cubiertas vegetales que aportan vida al suelo y nos ayudan a evitar su degradación, en Parés Baltà usamos compost orgánico para nutrirlo y fortalecerlo. Este abono natural procede de residuos animales y vegetales y a pesar de que tienen una menor riqueza mineral, son de mayor calidad.
El objetivo del uso del compost es mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, factores determinantes en la calidad de la uva.
Los beneficios del compost:
- El aporte de nutrientes y micronutrientes.
- La reducción de la erosión.
- El aumento de la capacidad de retención de los minerales y la humedad.
- El incremento de la porosidad del suelo.
- El desarrollo de la actividad microbiana de los suelos, con lo que se aumenta la disponibilidad de nutrientes en formas asimilables para los cultivos y la capacidad de intercambio catiónico.
El suelo es el hábitat y fuente de nutrición de las cepas.
En Parés Baltà cultivamos nuestros viñedos de forma ecológica desde siempre y biodinámica desde 2012. Nuestros viñedos, los campos, los bosques y el rebaño de ovejas tienen la certificación internacional Demeter. Confiamos en este método y lo aplicamos porque lo primero de todo es la calidad del producto, del suelo, de la planta y el bienestar de todos.
Podríamos decir que, la agricultura biodinámica además de aportar vitalidad a la tierra, aporta vitalidad a la planta y, lo más importante, al fruto que nos da, que más tarde consumiremos y que se convertirá en nuestra fuente de vida.



¿Cómo preparamos el compost biodinámico?
El compost biodinámico se obtiene a base de estiércol de nuestra propia finca, de granjas ecológicas y de restos de vendimia y de poda. Durante el proceso de compostaje le añadimos los preparados biodinámicos hechos a partir de plantas medicinales, como la milenrama, la manzanilla, la ortiga, la corteza de roble y el diente de león.
Estos preparados sirven como biocatalizadores y mejoran la calidad del compost gracias a que potencian la estabilización del nitrógeno, así como la diversidad y cantidad de microorganismos beneficiosos para los cultivos, en nuestro caso, el viñedo.
Cuando lo esparcimos por el viñedo, nos dará un suelo más rico en nutrientes, estructurado y permitirá una mayor retención de agua.
La agricultura biodinámica no es fácil de entender, pero si logramos creer en la magia de la naturaleza, en su sabiduría milenaria y nos dejamos guiar por ella, entre todos conseguiremos un planeta más verde, más sano y más duradero.