Observar, pensar, sentir y actuar
El polímita austriaco y padre de la biodinámica, Rudolf Steiner, decía que comer limpio (libre de pesticidas y herbicidas) ayudaba a pensar más claro, sin crispación, a la vez que facilitaba el camino para encontrar recursos y alternativas rápidas a los obstáculos de la vida.
Partiendo de esta base, Steiner desarrollo estrategias ecológicas para aportar energía vital y equilibrio en esencia a los alimentos concreados por el hombre. Dicho de otra manera, estableció las bases de la agricultura biodinámica, un método de trabajo que proporciona herramientas que hacen que haya vida en nuestros cultivos de manera natural y que estos, por si mismos, consigan un equilibrio propio que ayuda a las plantas a ser más fuertes contras plagas y enfermedades.
Steiner quería llevar el equilibrio del bosque, donde todo fluye armónicamente sin intervención del hombre, a los cultivos. Crear micro ecosistemas enlazados (integrados) con el entorno, donde las plantas espontaneas, los animales, los árboles… son los verdaderos protagonistas, ya que todos ellos crean relaciones bidireccionales vitales para incrementar la biodiversidad y alcanzar el equilibrio en un espacio donde el hombre sólo actúa como director de orquestra de esta Unidad Granja, sin alterar el flujo natural ni forzar producciones.
Para utilizar la biodinámica, Steiner ideó una serie de preparados a base de plantas que curan plantas y diferentes compuestos que se dinamizan con agua antes de aplicarlos a los cultivos. Este proceso de dinamización consiste en remover enérgicamente agua de pozo, el momento en el cual la información energética de las plantas se transmite al agua que finalmente se rocía a las plantas y al suelo para aportar vitalidad y protección.
Es indispensable que el payes, antes de aplicar el método, sea conocedor de toda la filosofía de agricultura biodinámica y de antroposofía, la ciencia que lo abraza, para integrar estos conocimientos tanto en el campo como en la vida. Para mi es básico primero Observar aquello que puedes aplicar, pensarlo bien (estudiar), sentirlo como tuyo y creerte capaz de hacerlo y finalmente, actuar, hacerlo.
Creo que la biodinámica no es el fin sino el medio para conseguir un producto equilibrado y vivo, que cuando la persona se lo tome pueda percibir que hay sentimiento, emociones y sensibilidad hacia todo lo que envuelve el producto. No debemos focalizarnos en un objetivo material, no se debe esperar ningún resultado concreto, sino que se debe sentir que aquello es bueno para tu finca, para ti y sobre todo para las personas que tomaran tu producto.
En Parés Baltà cultivamos de forma ecológica desde 1790 y biodinámica desde 2012. Nuestros viñedos, los campos, los bosques y el rebaño de ovejas tienen la certificación internacional Demeter. Confiamos en este método y lo aplicamos porque lo primero de todo es la calidad del producto.
Marta Casas, enóloga y sommelier