Muchas personas creen que actividades como podar árboles, plantar flores, sembrar semillas, limpiar el corral o incluso cortarse el cabello o las uñas en un momento específico del año (o del mes) son de vital importancia.
Y os preguntaréis, ¿Qué tienen en común estas actividades? La respuesta es simple: ¡la Luna!
Nuestros ancestros la observaban cada noche, comentando cómo algunas veces estaba llena de luz y era extraordinariamente hermosa, mientras que otras noches se parecía a una delgada raja de melón o estaba oscura y negra…
A través de la observación conjunta de la Luna y la naturaleza, descubrieron que, según los movimientos y ciclos de la Luna, las mareas se alteraban, las plantas crecían más rápido, las semillas sembradas tenían más o menos vigor, los corrales no eran malolientes ni atraían pulgas y moscas, y el cabello y las uñas crecían más largos y fuertes.
Ahora trataremos de entenderlo nosotros mismos, conociendo las fases y movimientos de la Luna.
– Fase creciente: Se convierte en luna llena, cuando el Sol se refleja completamente en ella, regalándonos las noches más luminosas.
– Fase decreciente: Se convierte en luna nueva, cuando queda detrás de nosotros durante la noche, resultando en la noche más oscura.
Cuando somos pequeños, aprendemos estos movimientos con la mnemotecnia de la luna «mentirosa» porque:
– Cuando la vemos en forma de «C», o corte de melón, está decreciendo de luna llena a luna nueva, es decir, se vuelve cada vez más estrecha al reflejar la luz del Sol, hasta desaparecer.
– Cuando la vemos en forma de «D», está creciendo de luna nueva a luna llena, es decir, se expande al reflejar más superficie de luz solar, hasta ser totalmente redonda y brillante.
Nuestros ancestros observaban que cuando la Luna crecía, los ciclos vitales de la naturaleza se abrían, crecían, se movían y se desarrollaban, simbolizando el nacimiento.
Por el contrario, cuando la Luna decrecía, los ciclos vitales se cerraban, se detenían, representando el final de su misión, cerrando el círculo.
Cuando la Luna se acerca a la Tierra, se dice que está en perigeo un período crítico para muchos procesos de crecimiento y desarrollo en la naturaleza, y el calendario lunar sugiere que es un momento para descansar de las actividades.
Cuando está más lejos de la Tierra, se dice que está en apogeo.
Además de crecer y decrecer en su ciclo de 28 días alrededor de la Tierra, la Luna sigue un movimiento elíptico en el que se acerca y se aleja de la Tierra, así como un movimiento ascendente y descendente.
En Parés Baltà, observamos la Luna e intentamos realizar las tareas del viñedo y del huerto cuando la Luna nos indica que es el momento más propicio.
PODA
Los viticultores, cuando podamos los viñedos, aprovechamos los días de luna decreciente para podar las parcelas más sensibles a las heridas de poda, ya que es cuando la savia se concentra más en las raíces.
A medida que se acerca la primavera y las temperaturas comienzan a aumentar, veremos a las cepas «llorar», señal de que el ciclo vegetativo de la cepa se está despertando con la savia circulando y brotando por las heridas de poda realizadas durante el invierno.
Si la poda se extiende hasta finales de febrero o marzo y la primavera ya asoma con días espléndidos de sol, veremos que, si podáramos las últimas cepas en días de luna creciente, la savia brotaría como un reguero de sangre.
HUERTO
Cuando sembramos, la semilla debe germinar, lo que significa nacer y crecer, por lo que siempre sembramos en luna creciente. En cambio, cuando se trata de plantel, y buscamos un buen arraigo, lo hacemos en luna decreciente para fortalecer las raíces, donde la Luna nos ayuda a penetrar y dar vigor a la tierra.
En el huerto, se considera especialmente importante el movimiento descendente para favorecer un mayor arraigo del plantel.
CORRAL
Los ganaderos saben que, para evitar malos olores y la proliferación de pulgas y moscas, deben limpiar el corral de estiércol en los días de luna decreciente, y si es posible, durante el movimiento descendente.
CABELLO Y UÑAS
Si deseamos un crecimiento rápido del cabello, debemos cortarlo en luna creciente. Sin embargo, si buscamos fortalecer la raíz y prevenir la caída del cabello, lo cortaremos en luna decreciente.
En el Universo, todo es cíclico, rítmico, elíptico, y en constante caos y orden. La Luna rige muchos de los ritmos de la naturaleza y del ser humano.
¡Haced la prueba y contadnos si os ha funcionado!